La luz ultravioleta se está convirtiendo en una herramienta, cada vez más usada, en la lucha contra el COVID-19. Puesto que nos permite esterilizar grandes superficies, sin ningún esfuerzo, sin utilizar agentes químicos y en un tiempo récord.
Primeramente, debemos señalar el peligro para cualquier ser vivo, que provoca una exposición prolongada a este tipo de luz. Por eso, es muy importante extremar las precauciones puesto que, además, se trata de una luz invisible al ojo humano.
Por este motivo, es importante la incorporación pilotos LED en este tipo de luminarias, que indiquen cuándo se encuentra en funcionamiento. Además de sensores de movimiento que detengan su funcionamiento en caso de detectar alguna presencia.
Cuál es el origen de la luz ultravioleta
En realidad, no se trata de un descubrimiento reciente. De hecho, el uso de la luz ultravioleta como solución para esterilizar, data de 1878.
Actualmente ya se ha demostrado una gran eficacia en la lucha contra el SARS en 2002. Por otro lado, su evolución a la tecnología LED, hace que resulte aún más eficaz y con una importante reducción de consumo.
Por qué es tan efectiva
Para empezar, debemos diferenciar 3 tipos de radiación ultravioleta:
- Ultravioleta A (UVA), es la que nos llega a la tierra desde el sol y la menos agresiva de las 3, hace que nos pongamos morenos, aunque, en determinados casos, puede resultar nociva.
- Ultravioleta B (UVB), tiene una potencia intermedia, aunque ya puede dañar nuestra piel, pudiendo resultar cancerígeno.
- Ultravioleta C (UVC), que es la más potente y que se utiliza para la esterilización. Gracias a la capa de ozono que nos sirve como escudo, ésta no llega a la tierra y no nos incide directamente.
Básicamente la radiación UVC, proyecta sobre los objetos una longitud de onda más corta y enérgica que las demás. De esta manera, mata o inactiva los microorganismos al destruir los ácidos nucleicos e interrumpir su ADN.
Por ese motivo, tiene la capacidad de erradicar más del 99,9% de los microorganismos, incluyendo bacterias, virus y patógenos.
Aplicaciones de la luz ultravioleta
Actualmente se están desarrollando soluciones con infinitas posibilidades, según las distintas necesidades.
Por ejemplo, podemos encontrar cajones que nos permiten esterilizar un material quirúrgico, o los utensilios de una peluquería.
También, existen lámparas capaces de esterilizar superficies más amplias, como escaleras, ascensores o incluso salas completas.
Así mismo, encontramos túneles que nos permiten limpiar los carritos de un supermercado, o arcos para la esterilización de coches en la entrada de un ferry.
Otra solución es la que nos ofrecen los felpudos, que evitan la propagación de los virus a través del suelo al acceder a un recinto.
De igual forma, es perfecta para esterilizar el agua, aprovechando para limpiar, además, los conductos por donde ésta pasa. Lo mimo ocurre en los sistemas de aire acondicionado.
Excelente información